Me llamo Adrià Porta Carrilero, tengo 24 años y vivo en la Selva del Camp, un pequeño pueblo de la provincia de Tarragona, Catalunya, España.

Siempre me he considerado un afortunado por tener una familia que le encantara viajar y me transmitiera esa pasión y esa cultura de conocer lo desconocido desde bien pequeño. Pero ahí no acababa la cosa, una de las mejores partes era llegar a casa y montar EL AUDIOVISUAL. No era más que un vídeo casero de viajes, con nuestras aventuras y su edición básica. Pero ya era un comienzo.

Poco a poco le voy cogiendo el gustillo, y me obsesiono con el cine, sobre todo la dirección de fotografía. En 2014 empiezo el grado de Comunicación Audiovisual, y entre todas las especialidades, me quedo con la fotografía. Primero trasteo con una Canon 350D de mi padre, luego una Canon 60D de segunda mano también, y actualmente con la Fuji X-T3.

Sinceramente no tengo una especialidad. Parece que actualmente si haces retratos no puedes hacer nada más. O si tu fotografía suele ser con un gran angular, no puedas perderte con el bokeh de un tele. Si tuviera que elegir, sería la unión entre viajar, explorar y capturar. Y entremedio siempre se cuela algún retrato o un poco de fotografía documental de calle. Me encanta capturar la esencia de la acción o movimiento de la persona (que fotografío). En el momento que se dan cuenta de que hay una cámara sobre ellos, la mayoría de fotos pierden la gracia. Es por eso que no me gustan los sujetos que miran a cámara, si no los que son desprovistos de tu presencia.

Primero me inicié con Canon. Y siempre será mi favorita en la eterna batalla Canon-Nikon. Pero dejé esa lucha y empecé de 0 con la Fuji X-T3. Para viajar es increíblemente ligera. Para mí, es un paso de gigante a mi anterior cámara. Aunque no sea Full Frame me da todas las ventajas y comodidades de la nueva tecnología en las cámaras mirror-less.

Venía con el chip de Canon y las lentes zoom (algo que va a cambiar pronto con la Fuji X-T3) y mi primera adquisición fue el Fujinon 10-24mm f/4 (que equivale a un 16-35mm en Full Frame). Tenía la obsesión del gran angular, sobre todo para viajar y capturar grandes y exóticos paisajes. Eso sí, con un nuevo 50mm de Samyang f/1.2, que utilizo para street photography y no tener que molestar a la gente echándome encima de ellos. Así guardo la distancia y no ensucio la acción.

Mientras viajaba veía que no necesitaba tanto el 10-24mm como el 16-55mm f/2.8 (el clásico 24-70mm f/2.8 en Full Frame). Me hubiera dado más versatilidad en una sola lente. A todo esto, hay un par de lentes prime que están en mi cabeza para nuevas inversiones.

No soy fotógrafo de muchos artilugios o accesorios. La mochila que uso es una Lowepro Flipside 200, pequeñita y ligera. Adquirí un filtro polarizado de la marca Gobe de 72mm para aquellos momentos de luz dura y poder contrastar más los colores. Marca que por cierto recomiendo muchísimo, no solo por su calidad, sino por su compromiso con el medio ambiente. 0 plásticos y con una campaña verde muy interesante.

Además también llevo un Filtro N/D de 5 pasos de la marca K&F Concept para algún momento de fotografía de paisaje con trípode. Cuando no viajo, me gusta jugar con el mono-pie Manfrotto, seguramente descatalogado puesto que tiene más de 30 años, para algún día de grabación de vídeo por la zona.

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