Para mi, la fotografía es un camino de aprendizaje en constante evolución al que hay que adaptarse día a día, con sus nuevas tecnologías, enfoques, y tendencias.
Empecé en las bodas a raíz de mi propia boda, fue una buena excusa para empezar a fotografiar personas, lo que siempre quise hacer.
No me gusta intervenir, son momentos privados de las personas que fotografío y considero que no debo guiarlos ni modificarlos, es su manera de sentir y así serán sus recuerdos
Nuestro estilo está influido por ese gusto por la relación con las personas. Eso otorga a nuestros reportajes la cercanía y proximidad que los diferencia.
Durante un tiempo, mi obsesión era tal, que soñaba que sacaba unas fotos increíbles de viajes y muy a mi pesar, por las mañanas me levantaba triste porque solo había sido un sueño.
Sonrisas, alegría, lágrimas, abrazos y miles de emociones son los que componen este mundo del que tan orgulloso estoy de formar parte.
Siempre he trabajado con Canon, quizás haya aspectos en los que otras marcas van por delante pero a mí el color de canon me parece increíble. Al final lo importante es que cada uno esté a gusto con su cámara sin olvidar que no deja de ser una herramienta.
Me encanta vivir intensamente cada experiencia, enamorada de los gestos, de las luces, las miradas y del instante preciso que la magia de la fotografía solo es capaz de captar. La fotografía es mi vida y así lo demuestro en cada trabajo.