Mi nombre es Eloisa S. de Alba, soy originaria de la Ciudad de México y estudié Arquitectura y Fotografía. Actualmente me dedico a la fotografía deportiva y también soy docente.
Mis inicios en la fotografía fueron muy tempranos, pues mi papá tenía el gusto por cargar una cámara a todos lados; era ese personaje que siempre estaba tomando fotos en las fiestas familiares y en los viajes. Compartió este gusto conmigo desde pequeña regalándome una cámara casi desechable que usaba rollo 110. A partir de ahí se volvió parte cotidiana de mi vida.
Fui creciendo y volviéndome autodidacta, ya que en esa época todavía no había tanto auge de información accesible, pero al seguir siendo fotografía análoga mis avances técnicos fueron muy erráticos y lentos.

Eventualmente mi padre me regaló la que era su cámara, una Minolta Maxxum 7000 de rollo de 35mm. Ahí empecé a notar todos estos números, funciones y botones que no entendía qué eran pero modificaban lo que tomaba y que yo trataba de descifrar leyendo el manual de la cámara.
Fue cuando se popularizaron las cámaras digitales donde realmente pude hacer pruebas para distinguir qué era la profundidad de campo, la velocidad de disparo, el ISO. Mi primer cámara digital fue una DSLR Sony Alpha 200, con la que realicé muchísimos experimentos y fundé mis bases teóricas.
Con el tiempo mi Sony Alpha 200 ya no fue suficiente y decidí adquirir una DSLR semi profesional, mi primer Canon, una EOS REBEL T2i con sensor APS-C con un lente de kit Canon EF-S 18-135mm f/3.5-5.6.

Mi gusto por la imagen fue creciendo y apenas después de que estudié Arquitectura fue que se me ocurrió la posibilidad de convertir el hobby en mi profesión: entré a estudiar fotografía.
Durante mis estudios realicé trabajos básicos con los que pude adquirir mi primer lente profesional, un Canon EF 24-105mm f/4L.
Y así fue como inicié en este mundo.
Nunca planeé ni imaginé dedicarme a la fotografía deportiva. El enfoque que tenía al inicio era hacia el retrato, el estudio, producto y arquitectura.

Como cualquier recién graduada empecé a mandar mi portafolio a donde se pudiera mientras conseguía algunos trabajos esporádicos y clientes. Después de un tiempo, mi perfil de fotógrafa de producto llamó la atención al departamento de producción de la agencia Getty Images Latinoamérica.
Aunado al trabajo comercial, la agencia también empezó a necesitar que realizara foto deportiva, otro de sus grandes rubros. No era una idea que me emocionara pero con tal de conocer algo nuevo y de tener trabajo acepté ir aprendiendo.
La primera vez que lo intenté descubrí que la fotografía deportiva era un reto técnico enorme, difícil, hermoso y que lo disfrutaba profundamente. La adrenalina y concentración para captar el momento exacto, el conocimiento técnico necesario para tomar decisiones rápidamente, presenciar eventos, contar sus historias a través de imágenes y transmitir esas emociones al público, todo esto me enamoró.

El maestro que me fue abriendo los ojos a esto fue el fotógrafo de Getty Images Héctor Vivas que con mano dura pero mucha paciencia me fue ayudando a especializarme para después ser compañeros de trabajo.
Descubrí que la fotografía deportiva es repetitiva si tú quieres hacerla de esta manera y que uno de los mayores retos es siempre intentar hacer algo distinto, algo extra que te llene y te de satisfacción. La fotografía deportiva es tan amplia como su mundo: se hace foto de acción pero también es necesario hacer retrato, producto, sociales. Me gusta mucho su versatilidad y espero seguir aprendiendo y creciendo como fotógrafa deportiva.

Cuando el trabajo comenzó a demandar un mejor equipo, en 2015, adquirí mi primer cámara full frame, una Canon EOS 5D mark III. Una buena cámara que aún conservo pero ahora la ocupo como segundo cuerpo. En 2017 la sustituí por una Canon EOS 5D mark IV. La mark IV es superior a la mark III en tamaño y calidad de archivo, colores y enfoque automático.
Estas no son cámaras que se usen regularmente para hacer fotografía deportiva porque no tienen mucha velocidad pero el tamaño y calidad del archivo me han permitido hacer tanto deporte como retrato y fotografía comercial.
El sistema de autoenfoque continuo puede ser un poco deficiente para deporte pero, como cualquier equipo, si aprendes a usarlo puedes sacarle mucho provecho.
Antes de la pandemia probé (y todavía tengo) la nueva Canon EOS 1Dx mark III y es impactante. Es un híbrido que une lo mejor del sistema DSLR con lo mejor del sistema mirrorless, tiene un rendimiento extraordinario y una calidad incomparable, al mismo tiempo que es robusta y resistente, lo mejor que yo he usado de Canon.

Para hacer foto de acción la 1Dx mark III es mi primer cuerpo, la 5D mark IV el segundo y la 5D mark III la utilizo como cámara remota o tercer cuerpo.
Para hacer retratos, trabajo de producto y comercial sigo optando por la 5D mark IV pues es más ligera y puedo realizar sesiones muy largas sin forzar de más la mano, además de un archivo muy grande y de buena calidad.
Uno de mis lentes principales es el Canon 300mm f/2.8L que es el que utilizo mayormente para deportes en los que me encuentro lejos de la acción (que son la mayoría) como fútbol, tenis, Fórmula 1, deportes olímpicos, etc. También este lo uso para hacer detalles en deportes en los que a veces nos encontramos más cerca.
Un lente esencial es el Canon 70-200mm f/2.8L; este lo ocupo para acciones más cercanas o para tener un encuadre más abierto en deportes lejanos. Es el lente más versátil de todos, lo ocupo en todas mis asignaciones. Lo puedes usar tanto para sesiones de retrato, conferencias de prensa, deportes lejanos o deportes cercanos como box. Para mí es un básico de todo fotógrafe deportive.
De mis lentes favoritos es el Canon 85mm f/1.4L que, junto al Canon 50mm f/1.4, me dan la posibilidad de hacer fotos en condiciones de muy poca luz además de que dan un look diferente al resto de los lentes. El 85mm sobre todo lo uso para hacer tomas alternativas a lo que regularmente hago, buscando siempre variar resultados. También lo uso para retrato. El foco es un poco lento pero no tan lento como el Canon 85mm f/1.2L, por eso puedo utilizarlo para fotos de acción.

Para producto, retrato, eventos y deportes cercanos como el box, artes marciales mixtas y básquetbol, utilizo el Canon 24-70mm f/2.8L. A este lente no lo considero tan versátil ni atractivo, lo ocupo en ocasiones muy específicas.
Y por último pero no por ser menos importante uso el Canon 16-35mm f/2.8L. También lo considero un esencial pues lo utilizo para realizar fotografías que den contexto de los eventos y también para situaciones muy cercanas. También se puede utilizar como una alternativa visual para realizar retratos.
Una de mis herramienta básicas es el monopié, yo uso un Manfrotto Element para el 300mm o lentes más grandes.
Otro accesorio esencial en mi trabajo son los impermeables para cámara pues la mayor parte de nuestro trabajo es al aire libre. Para mí los mejores y los que uso son los Sport Shield Rain Cover de AquaTech. Para proteger la computadora del sol y de la lluvia uso la Think Tank Photo Pixel Sunscreen.
En algunas ocasiones, si requiero usar flash, uso el Canon Speedlite 600EX-RT que puedo usar tanto arriba de cámara con algún difusor o dispararlo fuera de cámara a través de radiotransmisores Pocket Wizard Plus III.

Y por último para cargar cómodamente todo este equipo utilizo una maleta Think Tank Photo Airport TakeOff que es del tamaño máximo para poder llevarla en cabina en los aviones y una mochila Think Tank Shape Shifter 17. Esta marca está diseñada por fotógrafos para fotógrafos por lo que son muy útiles, convenientes y resistentes.
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