Me llamo Juan Suárez, soy fotógrafo comercial y retratista corporativo. Vivo en Medellín, Colombia.

Desde que era niño las cámaras siempre han estado en casa de mi familia, pero había un problema: no tenía permitido tocarlas o incluso hacer fotografías porque mis padres, mis tías y mis abuelos tenían miedo que las dañara.

Un poco frustrado, me alejé de las cámaras a tal punto que no me gustaba aparecer en las fotos y, si había una cámara en una reunión familiar o en un viaje, de inmediato abandonaba el lugar; aunque sí me gustaba ver las fotografías luego de que se revelaran en el laboratorio.

En el 2005, mientras estudiaba ingeniería informática en la universidad– Carrera que no terminé porque no me gustaba-, mi tía iba a tirar a la basura una cámara: una Fujifilm Zoom Date 90.

De inmediato esos recuerdos en los que no me prohibían acercarme a las cámaras volvieron como si el flashback de un film se tratase; pero esta vez no iba a dejar perder la oportunidad y le dije que si me podía quedar con ella.

Al principio no tenía ni la más mínima idea de como manejarla, pues no tenía instrucciones, así que de manera intuitiva empecé a practicar con ella sin importarme el resultado de las fotografías.

Fotografié a mis compañeros de clase, a la naturaleza y a todo lo que se me cruzara en el camino. ¡Parecía paparazzi!

Tiempo después, mi tía me regaló mi primera cámara digital: Una Canon Powershot A400 de 3.2 megapíxeles. Me tomé el trabajo de aprender a manejar la cámara y también me inscribí en unos cursos de fotografía básica. Aprendimos de historia de la fotografía, aperturas de diafragma, ISO, velocidad de obturación y distancia focal; practicábamos con productos, alimentos, animales, paisajes, modelos y hasta organizamos una galería con las fotografías de todos los asistentes del curso al finalizarlo.

Empecé a estudiar lo que me apasionaba

Decidí abandonar mis estudios de Ingeniería informática y empecé a estudiar lo que me apasionaba: La Fotografía, así que estudié Comunicación en Lenguajes Audiovisuales. Terminé mi carrera universitaria y, desde antes, ya trabajaba en proyectos personales y laborales como director de fotografía o en el área de foto fija en algunos rodajes pequeños.

En el 2015 quise especializarme así que me inscribí en una academia de fotografía en la ciudad donde vivo. Allí aprendí mucho sobre fotografía de moda, makeup, styling, tendencias, fotografía de productos, de alimentos, post producción y dirección de producción.

Conocí alumnos y profesores que trabajan en el medio de la fotografía y con experiencia en marcas muy conocidas del país. Participaba con mis compañeros de clase en algunas sesiones, también empecé a trabajar como asistente en un estudio de fotografía de una de mis profesoras de la academia gracias a que ella notó la pasión y la disciplina que le imprimo a mi trabajo. Le debo mucho a ella, pues me educó en el tema de presupuestos, el manejo y comportamiento con los clientes, los equipos costosos de fotografía como las cámaras, lentes y el equipo de iluminación.

Para mí, un estudio de fotografía son las grandes ligas y, trabajar para clientes y marcas, era ver materializado un sueño. Una cosa es la academia donde te puedes equivocar y otra es estar a la cabeza de un proyecto donde se manejan presupuestos, donde tu nombre está en juego con cada resultado que entregues al final y no te puedes equivocar.

Cuando no trabajaba como asistente de fotografía, trabajaba en mis proyectos aplicando lo aprendido. Me asocié con algunos compañeros y trabajamos en algunos proyectos, intentamos crear un colectivo de fotógrafos y una que ootra productora de video, pero al final nada prosperó debido a que los intereses y obligaciones de cada uno eran diferentes, así que abandoné ese proyecto y me dediqué de lleno a mi marca personal: Juan Suárez Fotógrafo.

Mi especialidad son los retratos corporativos y la fotografía comercial. Fue un largo camino decidirme por estas dos grandes corrientes, pues tuve que hacer muchas fotografías y cometer muchos errores para darme cuenta en lo que quería enfocarme.

Me apasiona contar historias. Gracias a esa pasión trato de combinar dos elementos muy importantes: la fotografía y el video. Es por eso que busco que mis fotografías tengan un color y una narrativa muy parecida al de las películas que se ven en el cine. Tamvién busco darle una voz a esas fotografías que hago, quiero que narren algo, ya sea una historia de vida o el proceso de un producto/servicio. Esto hace que dichas imágenes tengan un valor agregado, un valor humano.

Estamos llenos de historias por todos lados.

Trabajo con mi cámara Nikon D7000, una cámara que ya tiene sus años y que puede parecer obsoleta comparándola con las nuevas tecnologías que hay en el mercado hoy en día, pero al final no importa la herramienta sino lo que puedas hacer con ella.

Los objetivos que uso

Nikon AF-S NIKKOR 50mm F/1.8G. Este objetivo lo uso la gran mayoría del tiempo, es rápido, liviano y luminoso. Estoy al tanto del factor multiplicador de mi sensor, así que con este lente obtengo una distancia focal de 75mm (50mm * 1.5x = 75mm). Esto no me limita en absoluto y me encanta los resultados que he logrado. Los retratos que hago con luz natural o con luz artificial son sorprendentes.

Nikon AF NIKKOR 80-200mm F/2.8D ED. Este teleobjetivo lo uso cuando trabajo fotografía tipo beauty para exaltar el trabajo de un makeupartist y en fotografía comercial. La textura tanto de pieles como en el vestuario gracias a que es un objetivo de vidrio, deja sorprendidos y satisfechos a mis clientes.

Para mis trabajos tanto de retrato corporativo como de fotografía comercial llevo una mochila Evecase. Allí cabe el cuerpo de mi cámara, mis lentes, mi exposímetro, mis flashes yongnuo 560IV, mi disparador remoto, baterías para mis flashes, mis tarjetas personales, un disco duro externo de 1tb para hacer mis backups, un limpiador para el sensor y lentes, mis tarjetas de memoria, mi Colorchecker para obtener el tono de piel y color correcto para facilitar mi postproducción, mi cable Tether Tools que conecto de mi cámara a mi MacBook Pro que me sirve para revisar las fotografías al instante, corregir encuadres y verificar que todo esté enfocado.

El trípode que uso es un Vanguard ABEO 243av de cabeza fluida. Un octabox neewer de 120cms y otro de 140 cms, un beautydish y varios reflectores: uno de 90 cms y otro de 150 cms. Soy como un estudio portátil.

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