En el confinamiento, decidí dedicar la integridad de mis días a hacer esperas y fotos a las aves que sobrevolaban la azotea de mi casa.
El llamado mundo animal, difícil y misterioso, es en realidad un campo lleno de emociones, duras y cálidas a partes iguales.
Soy técnico superior en gestión forestal y del medio natural, además de educador ambiental. Siempre me han apasionado los animales.
Estas dos pasiones que tenía y tengo, la fotografía y la naturaleza, convergieron en una y comencé a salir y retratar fauna salvaje.
Intento abrir al máximo mis sentidos y me dejo provocar por la tierra, el aire, los aromas, la temperatura y el sonido, a la espera de aquel momento de magia.
Mi vocación por los animales viene desde muy pequeño, siempre ha sido mi pasión y he tratado de aprender todo lo posible sobre ellos.
Cada ser vivo me llamaba la atención, desde una planta, al mas pequeño de los insectos, sin olvidarnos de los mamíferos y los paisajes naturales que tenemos a nuestro alrededor, cada vez mas humanizados y menos salvajes
Hoy en día he sido capaz de unir el amor por la naturaleza con el mundo de la fotografía, la cual me permite estar en contacto directo con el medio natural.
Lo que intento transmitir con mis imágenes es la belleza de nuestra biodiversidad plasmada en una mirada del sujeto fotografiado que destile emociones y sentimientos.
Me considero, más que fotógrafa, una exploradora incansable, dispuesta a cumplir mi deseo de explorar y conocer cada uno de los rincones de este planeta maravilloso, sobre todo los parajes naturales.
Mi admiración y respeto por la naturaleza me viene desde la infancia, recorriendo durante muchos años los Pirineos, caminatas por campos y espacios naturales con mis padres y hermano.
Me interesa fotografiar especies poco documentadas y en estado salvaje. Fruto de ese interés, en los últimos años he trabajado en varios proyectos de largo recorrido.
Con mi trabajo intento aportar una mirada distinta a este género. Creo que cada animal tiene una alma que es posible capturar.
Empecé comprando mi primera cámara en 2001. En esa época realizaba muchas excursiones a Pirineos y decidí adquirir una cámara para tratar de inmortalizar los espacios naturales que visitaba