Me metí en la Universidad con la intención de aprenderlo todo en el grado de Audiovisuales y Multimedia. Que equivocado estaba…
Es en la fotografía Still Life donde me permito hacer locuras y jugar con los colores, dejando paso libre a mi mundo interior, la creatividad, imaginación y buen humor.
Creo que es muy importante el uso de un buen material para obtener un mejor resultado, sobre todo en situaciones extremas, por eso siempre intento contar con el mejor equipo posible
En el confinamiento, decidí dedicar la integridad de mis días a hacer esperas y fotos a las aves que sobrevolaban la azotea de mi casa.
Me encanta el color y me llama mucho la atención la geometría, pero eso no lo encontraba en la fotografía de calle que veía en foros especializados, donde dominaba el blanco y negro y la composición apresurada.
El llamado mundo animal, difícil y misterioso, es en realidad un campo lleno de emociones, duras y cálidas a partes iguales.
Soy técnico superior en gestión forestal y del medio natural, además de educador ambiental. Siempre me han apasionado los animales.
Es muy potente ver cómo gente que en principio no tiene nada que ver con la fotografía utiliza la imagen para dar a conocer problemáticas sociales en primera persona.
Me convertí en fotoperiodista, he cubierto eventos politicos, sociales, deportivos, desastres naturales, nota roja, migracion y narcotrafico.
Tras asistir a algunos cursos especializados en fotografía de arquitectura y realizar algunos trabajos, decidí establecerme profesionalmente como Fotógrafo de Arquitectura & Interiorismo.
Reveló en mi la diferencia entre la técnica de una foto realizada en un estudio de fotografía y la sensación de transmitir una foto cotidiana. Fantaseaba con la posibilidad de mezclar ambas sensaciones, técnica y cotidianidad.
La experiencia psicológica por la que pasa el cerebro a la hora de experimentar un espacio en primera persona no es la misma que cuando lo observa a través de una fotografía.
Lo que considero la mejor escuela de fotografía: en prensa estás haciendo unos retratos para una entrevista y a los dos minutos estás cubriendo una manifestación o un partido de fútbol.
Me atrae enormemente el aquí y ahora de nuestras vidas, el instante único, espontáneo y fugaz, que sucede una única vez y que no se repite nunca más.
Muy pronto la fotografía pasó de ser una afición a una obsesión. Me di cuenta rápidamente de que contar historias con imágenes me resultaba tremendamente natural.