Mi lenguaje fotográfico siempre tiende a lo artístico, me gusta evocar sentimientos en mis fotografías, imaginarme una escena y plasmarla tal cual está en mi cabeza.
De mi trabajo me gusta mucho que es muy humano; conocer gente nueva, intentar sacar su lado más íntimo, o simplemente retratar momentos importantes y emotivos para ellos.
De esta manera comencé con mis primeras exposiciones individuales, hablando sobre el dolor y la pérdida. Ahora para mí el arte es una forma de vida, un medio para sanar las heridas y olvidar.
Al fotoperiodismo llegué por ‘El Procés’. Desde el 2017, en Cataluña se viven años de mucha movilización social y tenía muchas ganas de captar imágenes de esos momentos.
Tras pasar unos años trabajando con una marca de zapatillas y gracias al “boom” de esa marca pude llegar a especializarme en fotografía para RRSS o web.
Vivo en las Islas Canarias, lo que me ha permitido desarrollar fotografías en diversos paisajes naturales. Soy perfeccionista, autodidacta y creativa.
Sonrisas, alegría, lágrimas, abrazos y miles de emociones son los que componen este mundo del que tan orgulloso estoy de formar parte.
Mi principal método de escape, siempre he sentido una gran libertad creativa a la hora de tomar fotografías. Comencé fotografiando con un smartphone y poco a poco fui cambiando mi equipo