Es en la fotografía Still Life donde me permito hacer locuras y jugar con los colores, dejando paso libre a mi mundo interior, la creatividad, imaginación y buen humor.
Es muy potente ver cómo gente que en principio no tiene nada que ver con la fotografía utiliza la imagen para dar a conocer problemáticas sociales en primera persona.
Después de probar muchas cosas descubrí la fotografía de boda a ahí encontré mi pasión. Ahora tengo la suerte que mi trabajo me lleva alrededor del mundo.
Me apasiona iluminar y poder aplicar mis conocimientos de un modo creativo en los proyectos de mis clientes.
Soy un apasionado del “movimiento de pies” y de estar cerca de la escena, además he comprobado con el paso de los años que utilizando una lente fija no me anclo en un sitio y así me fuerzo a componer y encuadrar de manera diferente.
Me empecé a dedicar exclusivamente a este oficio, abriendo uno de los primeros estudios fotográficos especializados en mascotas.
Tras pasar unos años trabajando con una marca de zapatillas y gracias al “boom” de esa marca pude llegar a especializarme en fotografía para RRSS o web.
Me interesé mucho por la historia de la fotografía y empecé a coleccionar cámaras antiguas. Aprendí a revelar película en blanco y negro así como de color
Nuestro estilo está influido por ese gusto por la relación con las personas. Eso otorga a nuestros reportajes la cercanía y proximidad que los diferencia.