Para mí, no hay nada mas especial y mas espiritual que estar en contacto con los elementos de la naturaleza.
Me alejé de las cámaras a tal punto que no me gustaba aparecer en las fotos y si había una cámara en una reunión familiar o en un viaje, de inmediato abandonaba el lugar.
Son tantas las sensaciones que se unen a veces que cualquiera que haya avanzado de manera seria en esto, se sentiría muy reflejado en lo que os estoy contando.
Era el típico chaval que se llevaba la cámara desechable a los viajes de estudios y acababa haciendo fotos a todos los paisajes y ninguna a mis compañeros.
Mis primeras fotografías construidas se las hacía a mis muñecas y figuras de acción colgándolas con hilos de pescar y usando cartulinas de colores a modo de fondo de estudio.