Mi estilo de referencia siempre han sido los clásicos que capturaban escenas de lo que tenían a su alrededor y durante mucho tiempo mis fotos intentaban eso mismo, largos paseos con la camara al hombro robando momentos.
Desde pequeña siempre he vivido atraída por el mundo de la imagen, pues mi padre es pintor, y mi abuelo también lo era. Ellos han sido mi principal fuente de inspiración.
Siempre me gusta improvisar en función de lo que me encuentro en el momento y las sensaciones que me transmita la modelo, el lugar, la ropa etc…
De mi trabajo me gusta mucho que es muy humano; conocer gente nueva, intentar sacar su lado más íntimo, o simplemente retratar momentos importantes y emotivos para ellos.
Tuve la oportunidad de ir a una boda con un compañero y descubrir que me encantaba fotografiar eso y sentirlo desde bien cerca. Ahí decidí dar el salto a este mundo y creo que el fotoperiodismo sigue estando muy presente en mi trabajo.
Soy un apasionado del “movimiento de pies” y de estar cerca de la escena, además he comprobado con el paso de los años que utilizando una lente fija no me anclo en un sitio y así me fuerzo a componer y encuadrar de manera diferente.
El fotoperiodismo me ha dado la oportunidad de acceder a realidades que sin la cámara, como pasaporte, no podría haber conocido ni sentido. La fotografía es poderosa.
Tras pasar unos años trabajando con una marca de zapatillas y gracias al “boom” de esa marca pude llegar a especializarme en fotografía para RRSS o web.
He vivido en Nepal para documentar cómo las mujeres luchan contra las restricciones menstruales en el país.
Nuestro estilo está influido por ese gusto por la relación con las personas. Eso otorga a nuestros reportajes la cercanía y proximidad que los diferencia.
Durante un tiempo, mi obsesión era tal, que soñaba que sacaba unas fotos increíbles de viajes y muy a mi pesar, por las mañanas me levantaba triste porque solo había sido un sueño.
Sonrisas, alegría, lágrimas, abrazos y miles de emociones son los que componen este mundo del que tan orgulloso estoy de formar parte.
Mi conexión con el proceso creativo viene desde muy niño, especialmente por el dibujo y la música. La pasión por el cine llegó después, en aquellos años en la facultad estudiando Bellas Artes
Con un bagaje de cultura visual y conocimientos técnicos más profundos adquirí esa confianza en mi misma para seguir haciendo fotos y empezar a aceptar proyectos de cualquier temática
Me encanta vivir intensamente cada experiencia, enamorada de los gestos, de las luces, las miradas y del instante preciso que la magia de la fotografía solo es capaz de captar. La fotografía es mi vida y así lo demuestro en cada trabajo.